Valle del río Manzanares
El río
De acuerdo con el régimen fluvial, el río Manzanares tiene una componente pluvio-nival, característico de los ríos que nacen en áreas montañosas como la Sierra de Guadarrama. Su caudal máximo suele coincidir con los meses más lluviosos, especialmente en primavera, cuando se combinan las precipitaciones con el aporte del deshielo. Esta dinámica suaviza el descenso estacional del caudal, de forma que la reducción durante el verano no es tan abrupta como en ríos puramente pluviales. No obstante, el mínimo hidrológico se alcanza generalmente a comienzos del otoño, cuando cesa el aporte nival y aún no han llegado las lluvias otoñales.
La escasa capacidad de caudal del Manzanares no es un fenómeno reciente. Ya en el año 1578, queda constancia de esta limitación en las Relaciones Topográficas de los Pueblos de España, una encuesta ordenada por el rey Felipe II. En ella, un vecino de Perales del Río, Alonso Muñoz, respondía a las preguntas 20 y 21 del cuestionario de la siguiente manera:
A los veinte capítulos digo que por junto al dicho lugar de Perales pasa un río, que es el que pasa por junto a la villa de Madrid, y se llama comúnmente Manzanares, porque nace del junto a la villa de Manzanares, y pasa del lugar de Perales como dos tiros de ballesta a la parte del pueblo de hacia donde el sol sale, y es río de invierno que si llueve trae razonable agua, y en tiempo del agosto y otoño trae muy poca agua, o no ninguna muchas veces, y pescado tiene poco sino es en verano, que sube alguno a desovar y de ahí se queda con algún poco en algunos reparaderos que quedan en el río del tiempo de las avenidas de verano, porque como tengo dicho en agosto y otoño siempre se seca.
En el capítulo veinte y uno digo que el dicho lugar de Perales tiene aguas las que ha menester del río que tengo dicho, excepto en otoñada que se seca el dicho río, y en este tiempo nos proveemos de algunas fuentes que orilla del dicho río salen cuando el río falta, y asimismo hay molinos en el dicho río, como es el molino de la Torrecilla, que es del secretario Vargas que está medio cuarto de legua del dicho lugar, y más bajo de este molino está otro que se llama el Aldeguela, que es de unos herederos de la villa de Pinto, y más arriba del dicho pueblo está otro molino que se llama la Pangía, que está media legua del dicho lugar, que es de don Luis de Toledo, y a cualquiera de estos molinos van a moler todos los vecinos de este pueblo y muy fácilmente por estar tan cerca como están, y esto en tiempo de invierno y verano que el río trae agua, porque en el agosto se seca como tengo dicho, y de que hay falta, vamos a moler al río de Tajuña, …
…asimismo hay junto al dicho pueblo algunos charcos o lagunas, donde se recoge agua de lo que llueve, y del río de que sale de Madrid, y los hinche como es uno que llamamos el Reatillo, y otro charco hay que se llama el Charco de la Socuesta, y otro charco pequeño, que se llama el Chereguinoso, que todos se hinchan de agua del río de que sale fuera como dicho tengo, que todos solían ser muy hondos, que algunos dicen que no se pueden apear aunque fuese en agosto, y se tomaba en ellos muchos peces y anguilas y galápagos, yo tomé en ellos anguilas como la muñeca, y peces de a más de a libra, y esto era en otoñada cuando se abajaba el agua, porque en el invierno no había entrar en ellos, porque eran hondos como tengo dicho, y ahora han venido en tanto que del todo se secan en el agosto y otoñada sin les quedar agua ninguna, y la causa de secarse tenemos que lo hace que sale ya el río pocas veces de madre como solía y por eso no tienen pescado ni agua. (Alvar et alli, 1993)
Por otro lado, la construcción de la presa de El Pardo en 1970 permitió regular el caudal del río Manzanares, asegurando un caudal medio estable de unos 3 m³/s a su paso por la ciudad de Madrid (según datos de la Estación de Aforo 3070, que destaca Ecologistas en Acción). Gracias a esta regulación, los efectos de la sequía hidrológica natural que caracterizaba históricamente al río son actualmente menos perceptibles en su tramo urbano.
Sin embargo, a medida que el río fluye aguas abajo de la capital, su caudal aumenta considerablemente. Esta ganancia no se debe a aportes naturales, sino al vertido continuo de las aguas tratadas por los sistemas de depuración de aguas residuales. Se estima que alrededor del 90 % del caudal que transporta el Manzanares en estos tramos proviene de efluentes depurados, cuya procedencia original son otros ríos de la cuenca, como el Lozoya, Guadarrama, Jarama y el propio Manzanares, a través de la red de abastecimiento de la Comunidad de Madrid.
A su paso por Getafe, el caudal medio del río se estima en 15 a 20 m³/s, muy por encima de su régimen natural. Según el Estudio de Impacto Ambiental del Proyecto de Recuperación Ambiental del río Manzanares a su paso por el T.M. de Getafe, esta alteración hidrológica ha modificado significativamente su dinámica fluvial. En lugar de comportarse como un río de baja energía y tendencia a la sedimentación —característico de un tramo medio-bajo en una llanura aluvial—, el Manzanares se comporta actualmente como un río caudaloso, con un notable poder erosivo sobre las márgenes. Este efecto erosivo ha obligado a implementar medidas de protección, como escolleras, muchas de las cuales se encuentran actualmente en mal estado o colapsadas, agravando la degradación del entorno ribereño.
Además del caudal artificialmente elevado, el estado ecológico del río en Getafe es deficiente. La calidad del agua se ve comprometida por la ineficiencia parcial de las EDARs, los vertidos incontrolados de origen urbano e industrial, las extracciones ilegales de agua y por la contaminación difusa procedente de la agricultura intensiva. Estas presiones provocan una alteración severa de los ecosistemas fluviales, reduciendo la biodiversidad y afectando el equilibrio ecológico del río y su entorno inmediato.
Con el fin de revertir esta situación, en 2024 se puso en marcha el Proyecto de Recuperación Ambiental del Manzanares en Getafe, con el objetivo de restaurar el tramo fluvial y su llanura de inundación, mejorando tanto la calidad del agua como el estado de los hábitats asociados.
